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En el Adagio anterior, Laura Fidalgo había recibido 38 puntos por la desgarradora emoción que emitieron más allá de la excelencia en la danza, pero en esta oportunidad batieron todos los records.
Carmen se emocionó hasta las lágrimas, mientras que Jorge consideró que estuvieron entregados completamente al romanticismo. Moria, al principio, no encontraba las palabras para expresar el placer y la emoción que le provocó el diálogo corporal de Laura y Miguel, y Gerardo Sofovich, ya sin más que aportar a la devolución, resumió todo con un «IM-PRE-SIO-NAN-TE».
Esta fue la Decimoséptima Ronda de Bailando por un Sueño 2008.
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