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Vicky Gutié (Silvia Pérez) llega al edificio de Aquí no hay quien viva para visitar a su hija Olga (Paula Morales). Su llegada produce más de una complicación ya que esta vedette utilizará todos sus encantos y recursos con tal de seducir a Román (Daniel Hendler).
El portero, o «encargado», del edificio cae rendido a su glamorosa belleza pero esto produce grandes celos por parte de Sol y, obviamente, no se queda de brazos cruzados.
Además, los vecinos sufren repentinos y sorpresivos cambios en su personalidad: Guerra (Jorge Suárez) tiene comportamientos honestos, Silvio (Fabio Aste) no enloquece por las mujeres, Olga se siente enamorada, Fede (Mariano Torre) piensa en forma adulta, el matrimonio de Cuesta (Eduardo Blanco) y Grace (Débora Warren) establece con Marga (Silvina Bosco) una extraña convivencia y Alan (Héctor Díaz) confía nada menos que en Hipólito (Roberto Carnaghi) para construir una nueva habitación para su hijo.
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