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Al parecer, Valeria Mazza y su marido habría computado como gastos comerciales sus cubiertos de plata, sus vacaciones, la amortización de dos autos de lujo -uno un Jaguar y otro un Lan Rover- y excursiones de esquí por aproximadamente $430.000.
El reclamo de la AFIP comprende períodos entre el año 2002 y 2005, y tres millones serían por deudas impositivas, un millón y medio por multas efectivas y dos millones y medio por multas en suspenso.
Sin embargo, la modelo y su manager aseguraron que los gastos comerciales que dedujeron de su carga tributaria fueron necesarios para mantener el negocio de la Imagen de la rubia.
A su vez, la AFIP acusa de que la pareja tenía contratados a varios monotributistas que facturaron a sus empresas al rededor de $70.000 anuales por servicios nunca prestados, de haber ocultado parte de sus ingresos en el exterior y computar en exceso retenciones en diversos países.
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