El «trabajo infantil«, o mejor nombrado como «explotación infantil» es la utilización de los menores de edad para fines económicos por parte de los adultos, afectando el desarrollo personal y emocional de los pequeños impidiendo el disfrute de sus derechos. Para combatir este flagelo, la Organización Internacional del Trabajo instituyó el el 12 de junio de cada año el «Día Mundial contra el Trabajo Infantil«.
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Trabajo infantil.
La jornada de «Día Mundial contra el Trabajo Infantil» no solo está destinada a luchar contra el trabajo de niños en empresas y casas particulares, sino que a todo tipo de explotación infantil como puede ser el uso de estos para mendigar en las calles, trenes, ómnibus y metros, dado que estos menores son obligados a realizar una acción que impide su desarrollo físico, cognitivo y emocional.
Durante muchos siglos el trabajo infantil fue aceptado y legal, inclusive hoy en día, en países donde es ilegal, la gente «colabora» con los niños explotados dándoles limosna o comprando productos o estampitas, sin darse cuenta de que con esto solo contribuyen a la explotación infantil.
En el año 1992, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), creó el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), para combatir el trabajo de los menores de edad. Y en el año 2002 se instituyó el 12 de junio como «Día Mundial contra el Trabajo Infantil».
Durante la Conferencia de Ámsterdam de 1997 sobre la lucha contra las formas intolerables del trabajo infantil y la Conferencia Internacional de Oslo de ese mismo año, se señaló la urgencia de una acción mundial para poner fin a este flagelo, ampliando la información, estadísticas e investigación empírica que ayudaría a promocionar esta acción.
Según un estudio de 2008 se estima que en Asia hay 144 millones de niños trabajando, 84 millones de ellos en trabajos peligrosos. En África hay 65 millones, 39 millones de ellos, en trabajos peligrosos. Por su parte, en América Latina y el Caribe hay 14 millones, 9 millones de ellos en trabajos peligrosos.
Cabe destacar que a menudo estas actividades no siempre son visibles por el público como el caso de los niños mendigando o vendiendo en la vía pública. Munchos niños explotados se encuentran aislados o trabajan muy lejos del hogar familiar.
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