Graciela Borges fue otra de las figuras de nuestro país que trabajó mucho durante la dictadura militar, es por eso que las fuertes palabra de Hebe de Bonafini podrían estar referidas a su persona. Lejos de estar enojada, la prestigiosa actriz reconoció que en esa época tuvo los ojos distraídos, y que al igual que muchos argentinos, no sabía lo que realmente estaba ocurriendo, pero espera que esas cosas no vuelvan a ocurrir en ninguna parte del mundo.
Add Normal tras corte
Ante todo, Graciela Borges aseguró que no es una persona bélica y está lejos de todo pensamiento violento, pero hay cosas que la angustian mucho.
La actriz declaró no estar a favor de la pena de muerte, pero no juzga a los que lo están. Contó que el día que Susana Giménez dijo su famosa frase “El que mata tiene que morir”, ella habló con la diva y comprendió que hablaba de una parte del corazón que está muy dolida.
Si bien Graciela respeta mucho a Hebe de Bonafini, considera que sus palabras fueron muy fuertes, le dolieron y le parecieron excesivas.
“En ese momento trabajaba mucho y tuvimos los ojos distraídos, pero fue horrible, inmundo y no quiero que vuelva a pasar en ninguna parte del mundo”, concluyó.
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