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Spears ingresó a una estación de servicio ubicada al norte de Hollywood (Los Ángeles, California) a comprar chicles y luego de pagar decidió volver a llevarse un encendedor de color azul que se encontraba en una de las estantería. Después de agarrar el encendedor, la cantante salió y declaró: «Uy, robé algo. Qué mala soy. ¡Ohhh!».
El dueño de la estación de servicio comentó: «no iniciare acciones legales a Britney Spears, solo espero que algún día regrese y me lo pague».
¿Qué esta pasando con Britney?, ¿donde quedó esa joven que deleitaba al público con su música, sensualidad e inocencia?
Fuente: Comentemos.com
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