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Susana Giménez aseguró que su vida es muy solitaria, mucho más de lo que la gente se imagina. Últimamente está yendo sola a Punta del Este y lee mucho, está con los perros, planta árboles y ve películas.
Antes del escándalo de la revista Caras y Caretas de Uruguay, Susana comentó que la relación con Jorge Rama ya estaba medio terminada, pero él le pedía como un chiquito que no lo dejara. Sin embargo, la mentira que la relacionó con el narcotráfico desgastó aun más las cosas, acelerando la ruptura.
Jorge Rial le preguntó si le había pedido explicaciones, a lo cual la diva de los teléfonos contestó que sí, pero que no le había creído.
Si bien a Susana no le gustan los juicios, va a seguir este juicio penal hasta el fin, y si lo gana, donará el dinero a alguna escuelita o comedor de Uruguay. «El narcotráfico de la mano del glamour… ¿Pero están en pedo?» recriminó.
Le da bronca que se acerquen por su nombre, pero no sabe como hacer para que estas cosas no pasen. «Es horrible pensar que el que se te acerca es por un interés, es como una degradación. Quiero relajarme y estar bien en la vida» afirmó.
Por otro lado, aseguró que Jorge Rama no fue siempre así, al principio él tenía su trabajo y se levantaba a las 7:00 de la mañana. Pero luego empezó con «esa gente» y los jugadores y vendió su empresa.
«Al próximo que me pida plata presada le pego con una plancha en la cabeza» bromeó Susana cuando comentó que le prestó dinero a su ex pareja y que en algunas ocasiones se la devolvió.
Cuando Jorge Rial le preguntó si ella hacía cambiar a los hombres, Susana aseguró que sí, pero solo en el look. Les puede regalar ropa, decirles «esa camisa es una porquería» o mandarlos al dentista, porque ella es una fanática de los dientes blancos y divinos.
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