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Durante la mañana, Sandro fue sentado al borde de su cama para iniciar los ejercicios de extubación, y cerca de las 10 de la mañana, al artista se le quitó el respirador. Sin embargo, aun no puede hablar, cosa que es normal luego de haber tenido un tubo en la garganta durante 3 o cuatro días.
Como otra muestra del estado anímico de Sandro, Perrone contó que cuando se despertó pidió un peine.
Si bien la evolución de Roberto Sánchez continua siendo favorable dentro de los parámetros establecidos, aun existen algunos inconvenientes renales, pero no se estima que esto ocasione mayores problemas.
La alimentación aun sigue siendo por sonda nasal, y aun no hay plazos establecidos para afirmar cuando podrá volver a comer por sus propios medios ni cuando dejará la sala de terapia intensiva.
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