No cabe ninguna duda de que la mente humana da para todo tipo de codas y un claro ejemplo de ello es un artículo publicado por el diario británico Thesun.co.uk. Según informa el periódico inglés, en la web circula una especie de droga gratis llamada «i-Dosing«, la cual puede ser descargada por Internet o bien consumida de forma online mediante videos que son subidos a al portal Youtube.com
Add Normal tras corte
Muy alejado de los inventos que han realizado un aporte a la humanidad ha surgido en Internet i-Dosing, lo cual también es llamado como «droga digital» dado que realiza una especie de explosión en el cerebro de sus consumidores de una forma muy similar a la de los narcóticos reales.
Por mucho que cueste creer, tal y como lo indica el artículo de The Sun, la nueva droga no consiste en una sustancia sino más bien en un sonido que ingresa a sus adictos por medio de los oídos.
La mayoría de los adictos digitales son adolescentes, quienes para consumir i-Dosing se colocan en auriculares, suben el volumen al máximo y escuchan una música que los saca de quicio.
En el portal Youtube.com se pueden ver varios videos de chicos «drogándose digitalmente». En dichas filmaciones queda plasmado como tiemblan compulsivamente llegando a un extremo muy peligroso.
Los que consumen «dosis» de i-Dosing piensan que la música repetitiva y a todo volumen, la cual se encuentra disponible para ser descargada de Internet en formato MP3, los logra sacar del planeta. Sin embargo no tienen en cuenta lo malo que esto puede ser para sus propios tímpanos y cerebros.
Cabe destacar que por el momento dicha práctica es muy popular en Estados Unidos y Extremista.com no pudo encontrar que la misma sea «consumida» en Argentina pero seguramente no tardará en comenzar a difundirse por el resto del mundo.
Según indica el portal de noticias británico, algunas personas ya han comenzado a preocuparse por esta droga digital. Es por ello que se han encargado de difundir mediante distintos medios estadounidenses el impacto negativo que la misma podría causar en los adolescentes, quienes quedan más vulnerables ante el consumo de estupefacientes.
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