En el día de ayer, Adrián Suar participó de la décima conferencia de la Fundación Endeavor, organización sin fines de lucro que contribuye al desarrollo de la cultura emprendedora. El Director de Programación de Canal Trece y Director Artístico de Pol-K habló sobre su experiencia personal, la cual es la vivencia de un como joven y exitoso empresario, ante el auditorio del Hotel Hilton.
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La 10ma conferencia de la Fundación Endeavor contó con las palabras de Adrián Suar, quien es sin lugar a dudas uno de los jovenes empresarios más exitosos y reconocidos en la Argentina. Él contó sus experiencias ante ante un numeroso auditorio, conformado por hombres de negocios, periodistas y estudiantes.
La moderación del panel que dialogó sobre «La creatividad: clave del desarrollo emprendedor» estuvo a cargo de la prestigiosa periodista María Laura Santillán. Además, junto a Suar estuvo también Pablo Larguía, fundador de Enjoy Entertainment.
Algunos de los dichos de Adrián Suar:
María Laura Santillán y Adrián Suar
«Ya de muy chico tenía el productor que tengo adentro. Cuando veía programas de televisión, quería saber cómo se hacían las cosas, cómo seguía la historia. Pero todo ese interés toma forma con Poliladron (…) A partir de acá me di cuenta que había algo en mi naturaleza, que estaba preparado para emprender un camino».
«La palabra miedo no habita en mi cabeza. Cuando uno tiene ganas de hacer cosas, hay algo que está en el cuerpo de uno que dice ‘allá voy’. Hay confianza absoluta. Pero si a esa confianza no la llenás de contenido y trabajo, no se llega a buen puerto».
«Cuando hice Poliladron, en la Argentina el policial no se hacía, era un género menor y no se producía bien. Y debo reconocer también que, en ese momento, yo tenía un impulso importante, las ganas de hacerlo y la suerte de dar con la gente indicada: el autor, el director que me ayudó, el productor y el canal que se jugó (…) A veces los astros operan, de alguna manera, en el momento justo (…) La televisión cada 15 / 20 años tiene un punto de giro. A mí me tocó, en ese momento, aportarle algo nuevo».
«En todas las profesiones uno tiene un ciclo de creatividad. Es como en la bolsa: hay que saber entrar y hay que saber salir a tiempo. Hay que saber entrar y estar atento, porque el punto de visto creativo es un ejercicio: no podés dejar de entrenar. O por lo menos en mi caso (…)».
«En mi profesión hay que estar todo el tiempo pensando, viendo, estar empapado, pensar historias. Uno toma un poco lo que vio, lo que escucha y lo va reciclando. La vida es mucho más rica de lo que uno puede contar en un programa de ficción, siempre».
«Uno convive con ese sentimiento de que lo que uno hace puede no gustar o que la idea no aparezca. Los programas tienen que tener una “música”. Y esto no lo sabés hasta que lo hacés. Pero lo que tiene de bueno es que lo podés ir modificando: si un programa de tv no comenzó bien, se le pueden hacer cambios durante la marcha».
Silvia de Torres Carbonell (Directora General Endeavor Argentina), María Laura Santillán y Adrián Suar
«Con respecto al fracaso, uno transita varios estados: la bronca; la rabia, tener la autoestima baja. Las veces que fracasé me di cuenta de algo: es tan importante para un emprendedor saber de qué estás hecho. En lenguaje popular, qué cuero tenés, para qué liga estás para jugar (…)
Tenés que tener el cuero: algunos lo tienen y otros no. Generalmente en los equipos – y yo trabajo en equipo – trato de diferenciar a quién hay que asistir y quién está para seguir luchando. En el fracaso algunos se caen y, a partir de ahí todo es negro, no se puede salir (…) Hay que cruzar este período y después hay que cambiar. Hay que buscar la manera de encontrar otro proyecto, hacer bien la catarsis – que es importante – y después ver en cada uno si está para las grandes ligas o para las ligas menores. (…) Por suerte esta carrera me dio muchos más éxitos que fracasos».
«Cuando me equivoqué, aprendí a la fuerza. Asumí el error, no le eché la culpa a nadie. Me dije ‘Lo intenté, no me salió’. Al público lo respeto muchísimo. Jamás me van a escuchar decir: ‘no nos entendieron’. El público, en un alto porcentaje, tiene razón (…)».
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